En el que piensas y se te escapa una pequeña sonrisa.
Ese sueño que por intentarlo te vas haciendo más fuerte.
Por el que luchas cada día.
Porque para lograrlo no hay dificultades.
Porque imaginarlo te hace sentir especial.
No hay que hacer caso, a esos que se ríen de tus sueños,
de esos que te dicen que es imposible e incluso llegan a decir
que ya es tarde para ti.
Siempre está en tu mente.
Hasta que llega el día en el que dices "A por él".
No habrá nada ni nadie quién te pare.
No hay obstáculos, solo escusas.
Y las únicas lagrimas que habrá serán de felicidad, por haberlo logrado.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarLos sueños nunca hay que dejarlos abandonados, si no perseguirlos hasta conseguir realizarlos. Porque si al final algo no sale como te habías imaginado, te quedará el buen sabor de haberlo intentado, pero si es tal como lo habías soñado siempre, esa felicidad te llenará por completo.
Besitos, Marina. ;-))